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12 de octubre

2020/10/12

Mercedes Pinto, como un siglo antes Madame de Staël, denuncia su profundo desacuerdo con la sociedad burguesa patriarcal. La poeta nace en Tenerife el 12 de octubre de 1883 y recorre varios países de Iberoamérica falleciendo a los 93 años, en la ciudad de México en 1976. Su padre Francisco María Pinto de la Rosa, muere a los 33 años dejando inédita su obra literaria, que es recogida y publicada por sus amigos y prologada generosamente por Pérez Galdós. Mercedes queda huérfana, a los dos años. A los 14 años ya gana premios de poesía en Canarias.

En 1908 se casa con el capitán de la Marina Juan de Foronda y Cubillas con quien tiene tres hijos. La vida del matrimonio se convierte en una pesadilla a causa de la paranoia del marido. Con muchas dificultades logra internar a su esposo en el Psiquiátrico de Ciempozuelos, y ella se instala en Madrid, donde se relaciona con Ortega y Gasset, Unamuno y Carmen de Burgos quien la invita a formar parte de la Liga Internacional de Mujeres Ibéricas e Hispanoamericanas, en la que participa dando conferencias feministas. Se empareja con el abogado Rubén Rojo, catorce años menor que ella, con quien tiene un hijo. En 1923, en el Paraninfo de la Universidad Central de Madrid da la conferencia El divorcio como medida higiénica. El dictador Primo de Rivera ordena que la escritora sea expulsada de España. Sus amigos se movilizan para que la amparen en Montevideo. Viajaba con sus cuatro hijos, pero en Lisboa, antes de embarcar el hijo mayor Juan Francisco de 14 años muere de tuberculosis. En el navío que lleva a la famila a su exilio a América, nace el quinto hijo que tendrá.

En Uruguay recibe amparo y reconocimiento. Y al poco tiempo la nombran oradora del gabinete de Gobierno. Mercedes se dedica a escribir, a dar conferencias sobre literatura, feminismo y pedagogía. Funda en su propia residencia la Casa del Estudiante, a la que invita a Rabindranath Tagore, Lugi Pirandello, Alfonsina Storni, etc. Crea además una compañía de teatro, de la que es directora en la que estrena sus propias obras. Organiza exposiciones de pintura, y aún tiene tiempo para escribir obras de teatro, poesía y novelas: Un señor cualquiera, Cantos de muchos puertos, Más alto que el águila y la novela autobiográfica Él, adaptada al cine, por Luis Buñuel, con el mismo título en 1952. Esta intensa actividad cultural lleva a la autora a varios países de Iberoamérica. En 1933 se instala en Chile donde conoce a Pablo Neruda, quien escribe este poema sobre ella:
Mercedes Pinto vive en el viento de la tempestad, con el corazón frente al aire, con la frente y las manos frente al aire, enérgicamente sola, urgentemente viva. Su cabeza se arrolla y desarrolla en palabras que la rodean como rizos, erigiéndose como gorgona vocal y eléctrica; segura de aciertos e invocaciones; temible y amable en su trágica vestidura de luz y llamas”.
Luego vive en Cuba, donde entre otras cosas, y a través de sus charlas radiofónicas mueve a la opinión pública para que el gobierno cubano acceda a dar asilo a un barco con 800 judíos que huyen de la Alemania nazi, que se han negado a recibir previamente los gobiernos de Estados Unidos y México.